jueves, 2 de abril de 2009

Lluvia acida...


Cuando somos y no somos nosotros mismos, esos pequeños o largos lapsos donde la persona que habita bajo nuestra piel deja de ser conocida para nosotros, los momentos en los que el ser que refleja el espejo es un perfecto desconocido, y los seres que componen su vida se transforman en enigmáticas sombras grises, protegidas por grandes muros inaccesibles.
cada ser tiene un secreto, cada uno no termina de conocer lo conocido, porque tampoco a sabido conocerse a si mismo, los momentos en los que la conciencia evoluciona para convertirse en una Inquisición mental de acontecimientos hechos y personas conocidas y desconocidas a la vez, momentos en los que la conciencia que ocupamos diariamente se revela y da cuenta de que lo cotidiano igualmente llega a ser desconocido, tan desconocido como el significado de los sueños que nuestro mismo cerebro elabora como películas en las que no sabemos el idioma con el que se habla.
Hay momentos tan efímeros en los que se entiende el resultado de la larga suma de cosas que en secuencia componen la vida de cada uno, las caras, los cuerpos, los momentos tan típicos y a la vez tan insólitos, que se viven como si no fueran el resultado de nada y terminan siendo lo que de verdad compone todo, todos esos minúsculos y hasta incluso nimios actos que terminan siendo una vida, cuando se puede resumir desde una cama que frente a los ojos han pasado muchas cosas y que el pasado que se extiende a nuestros pies es mar largo que cualquier futuro posible.
¿Que se sabe del otro? O incluso de uno mismo, que ha estado consigo desde el momento en que por un acto de amor, una violación, o simplemente un error al paso, un espermatozoide colisiono con un óvulo, en un hogar momentáneo y “seguro” dentro del vientre de una de las miles de mujeres que transitan “feliz” o tristemente por este mundo.
Que se sabe, que bases solventan lo que hoy es una existencia quizás tan mal mirada como la de un vagabundo, que muchas veces tiene más que contar que un señor excéntrico que habla de problemas desde un trono de mentiras e indigno dinero, oculto bajo un apellido y bajo un rostro de cinismo, o quizás algo de verdad haya.
Si al final de todas maneras incluso una mentira alberga algo de verdad, si incluso un rostro anónimo o unas palabras sueltas y encubiertas por símbolos de algún idioma, tras un blog sin identificación, cuentan una verdad, y supongo que también mentiras, las mentiras que son la secreta esencia del hombre, que bajo esa piel sin reconocerse a veces, sale a la luz a contar un par de cosas que oculta de las voces, las miradas o las criticas, de una humanidad que no se conoce, pero que tiene la desfachatez de llamar cotidianeidad a cosas que son solo la punta del iceberg de su ignorancia.


Esta noche o quizás este día dependiendo de en que lugar te encuentres, hazte la pregunta, que tanto sabes de lo que para ti es normalidad, y alo mejor que tan bien conoces a la persona que besas todos los días, o con la cual duermes...


las personas a veces aunque compartan una vida, nunca dejan de ocultarse bajo sus cuerpos y océanos de ideas, por eso nadie sabe nada de nadie, mas de lo que esté les deja ver.
jocelyn v.(joshi)

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