viernes, 29 de octubre de 2010

se sentía casi como algo mágico, era una sensación irreal, inmersa en la realidad de una vida cotidiana, en la simpleza de su habitación todas las mañanas, en el sabor de una taza de café caliente de madrugada, en el frío que se colaba por la ventana y le acariciaba los labios
una entre tantas sensaciones ya experimentadas, pero extrañamente única...